sábado, 27 de octubre de 2012

Registro Sin Barreras

Existe una palabra, en la compleja jerga hotelera, que nunca me ha gustado. Un termino que suena feo tanto en español como en ingles. En italiano como en francés. El tan detestado vocablo es "mostrador", desagradable como en sus respectivas traducciones: "counter", "bancone", "compteur". Todas horribles.


Como es posible que la tan atenta "Industria de la Hospitalidad" nunca haya podido crear una expresión mas bonita para indicar el primer lugar que un huésped encuentra al entrar a un Hotel? 

Esta bien, no quiero resultar como un tipo quisquilloso que ama pelearse con el diccionario. Además, seguramente habrá alguien a quien le guste esa palabra. Y entonces vamos a hacer otro tipo de reflexión.

Pasamos nuestras vidas parados frente a mostradores: en bancos, tiendas, aeropuertos, centros de atención a clientes, cafeterías. Frente a ellos nos formamos, perdemos mañanas enteras, agotamos nuestra paciencia, discutimos y peleamos, nos aburrimos y nos desesperamos. En fin, son unos hostiles aglomerados de concreto que crean una barrera, a veces intimidante, entre nosotros y quien esta del otro lado. 

Ok, sabemos perfectamente que entrando a una oficina de tramites no podemos esperar encontrar un ambiente amistoso o deslumbrantes sonrisas, no es esta su finalidad. Pero en un hotel la cosa es diferente, no creen? Poco importa si el viaje es de placer o de negocios: registrarse en un hotel tiene que ser relajante y placentero, la antesala de una experiencia diferente y agradable y que de ninguna forma se parezca al "esperar el propio turno", típico de los laberintos burocráticos de cualquier país.

En mi ultima visita a Las Vegas, tuve la suerte de hospedarme en uno de los mejores Hoteles de la ciudad. Al llegar a la Recepción me di cuenta que había unas 20 personas formadas frente a mi. Todo estaba empezando mal, me prepare a lo peor, un par de horas parado, con el iPhone como única diversión.  Pero me equivocaba. En menos de 10 minutos solo quedaban 3 personas delante de mi. Eficiencia americana? No. Las recepcionistas, con máxima informalidad, despachaban a cada cliente en menos de 2 minutos, repitiendo como robots la misma frase: Welcome. Your credit card please. Signature please. Bye. Next!

Fue en base a experiencias como esta que, al momento de tomar posesión del Hotel Quinto Sol, todos estuvimos de acuerdo en tumbar el mostrador para crear un espacio totalmente distinto en donde recibir dignamente a nuestros huéspedes. Fue el primer paso hacia el concepto de Registro Personalizado, sin barreras, sin filas, sin prisa, sin estrés.

Hacer el check-in en el Quinto Sol es ahora como entrar a casa de amigos. Y cuando entran a la casa de alguien, el anfitrión por primera cosa les invita a sentarse, no? Es por eso que al llegar al Hotel nuestros huéspedes son invitados a acomodarse en unas originales mecedoras de estilo colonial Yucateco. Luego los consentimos ofreciéndoles una toallita fresca aromatizada y una bebida orgánica de bienvenida, transformando el frío proceso de registro en una charla amena, creando empatía y eliminando cualquier obstáculo entre el huésped y el concierge.

Porque las barreras, a veces, no son solamente las de concreto. 






                              




viernes, 19 de octubre de 2012

Una Emocionante Aventura

Existen, en la vida de cada persona, fechas que serán recordadas para siempre, porque son momentos únicos que representan el final de una historia o el principio de otra. 

Cierren los ojos por un puñado de segundos e imagìnense lo que esta pasando en este preciso instante en el mundo: cuantas personas están bajando de un barco, de un avión o de un coche? Y cuantas están subiendo? Definitivamente son millones los viajes que inician y terminan diario, a veces son rutinarios y terminan en el olvido, mientras que otros son tan intensos que se viven y disfrutan cada minuto.

Nuestro viaje, un viaje de amigos, inició hace unos meses, un caluroso y húmedo "primero de Julio" que jamas olvidaremos. Ese día empezamos de manera oficial la operación y administración de Quinto Sol, un pequeño Hotel Boutique ubicado en la famosa Quinta Avenida de Playa del Carmen. Nuestra experiencia en materia turística y hotelera nos llevó a emprender esta emocionante aventura: manejar un pequeño B&B, hacerlo nuestro, moldearlo según nuestros gustos, diseñando, creando, decorando, pasando noches enteras entre lluvias de ideas que parecían tormentas que se placaban solamente al amanecer.

El Nuevo Quinto Sol, con su mejorada imagen y su renovado espíritu, es el resultado de semanas de pasión y dedicación de tres amigos que un día, sin planeación alguna, tuvieron la posibilidad de subirse a un barco que zarpaba hacia quien sabe donde, y que en pocos días empacaron sus maletas, subieron al buque y tomaron el mando del mismo,  dibujando su propia ruta de navegacion.

Por medio de este blog quiero contarles sobre lo que pasa en Playa del Carmen, en la Quinta Avenida, en el Mundo Maya, en nuestro pequeño grande Hotel, construido alrededor de un Árbol Centenario, inspirador del nombre de este rincón de la blogsfera. 

No les platicaré de este fascinante destino con la voz de un empresario afirmado que NO soy, de un culto escritor que NO soy, o de un sabio Playense nacido aquí que tampoco soy. 

"Conversaciones Bajo el Árbol" será una manera de contar historia desde mi punto de vista: el de un gran viajero, idealista, enamorado de México, del turismo del conocimiento y del buen vivir. Uno de esos tres amigos que decidieron dejar cierta comodidad para perseguir adrenalina y pasión. Uno de los tantos hijos de Playa del Carmen y su carácter cosmopolita, un poco filosofo y un poco locochòn.

Bienvenidos a mi blog y hasta pronto!

www.hotelquintosol.com